Plata de mérito (y frustrante) para el resiliente Carlos Gimeno y su 'OnlyFans': “Estoy dolido”

Cuando creía que no iba a poder viajar a Singapur, Carlos Gimeno ha conseguido la medalla más importante de su historia en la isla de Sentosa, entre playas, hoteles y uno de los puertos más importantes de la ciudad asiática. Una final casi perfecta, porque soñó con el oro hasta el último salto. Un triple mortal con una dificultad más baja que le dio una puntuación de 6,5 y 7 y dejó la primera plaza en manos del estadounidense James Lichtenstein, que obtuvo en total 428.90 por 425.30 del canario. El bronce fue para el dominador los últimos años, el rumano Constantin Popovici (408.70).
La frustración que vivió Gimeno fue enorme. Con su bañador de color blanco 'OnlyFans', su nuevo patrocinador, ascendió a la superficie tras su salto feliz, sonriente, convencido de que era suficiente para asegurarse el título. Pero, tras unos segundos que parecieron minutos, apareció la nota en los videomarcadores que le relegó a la segunda plaza. Se echó las manos a la cabeza, dijo que no, se tapó la cara, se escuchó un “ohh” generalizado en la grada y salió totalmente contrariado de la escena. “Estoy triste y dolido, pero volveré”, dijo a pie de piscina.
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El saltador pone el broche a una carrera en la que ha abierto el camino en los saltos de gran altura en España. Él fue el primer mundialista en 2015, después llegaron otros y otras, porque esta modalidad, no obstante, tiene más de ornamental que de troncal en World Aquatics. Pese a ello, España consigue la pieza que le faltaba. Ya ha sido medallista en todas las disciplinas a lo largo de la historia.
Los saltos de gran altura se inauguraron en los Mundiales de Barcelona en 2013. Hasta entonces, solo contaban con un circuito profesional organizado por Red Bull, una especie de 'circo del sol' de saltos itinerante donde todos los deportistas viajan juntos a los lugares más icónicos del mundo y forman “una gran familia”. Pero World Aquatics, que ha financiado hasta el año pasado las Copas del Mundo, he dejado de hacerlo y ahora son las federaciones las que tienen que incluir en sus ajustados presupuestos un deporte que no es olímpico. Y ahí llegaron los problemas.
Una lucha para estar en Singapur Tuvo que costearse la clasificación y logró un patrocinio de 'Onlyfans'Gimeno, uno de los saltadores más expertos del mundo, tuvo que costearse de su bolsillo esos gastos para poder estar en Singapur. “No recibimos ayuda”, se ido quejando este tiempo. Su último acuerdo, el que presentó hace unos días en sus redes sociales, es con 'Onlyfans', el primer patrocinador que le ayuda. Aunque la plataforma generé controversia por el uso de pago de contenido erótico personal, Gimeno la utiliza para promocionar sus saltos, sus entrenamientos y su dieta. Se ciño a lo deportivo.
La pasión por el agua y la aventura le vienen de niño, cuando con sus padres se iba de caravana a recorrer las playas. De ahí se pasó a la gimnasia deportiva, que le dio una base y una cultura que le ayuda a la hora de preparar los saltos. Y se entrena habitualmente en la piscina M86 de Madrid. No puede hacerlo en un trampolín de 27 metros porque no existen, por lo que el entrenamiento se basa en practicar los dos saltos que integran esta locura: se lanza desde los de 15 metros para practicar la primera parte y luego la retoma en otro salto de menos altura. El riesgo es enorme en competición: en Macao, hace unos años, entró con la cabeza en el agua (es obligatorio hacerlo de pie) y estuvo 15 minutos inconsciente.
Tanto esfuerzo le ha valido una recompensa. Aunque en breve pase de nuevo al anonimato en su deporte. Un circo del sol de ensueño con sus amigos extravagantes que solo vive cuatro días de reconocimiento cada dos años.
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